En el día de ayer, se fue el deportista Paquito Fernandez Ochoa, medallo de oro olímpico en Saporo. Ejemplo de deportista, que en mi niñez dejo grabada esa bajada a tumba abierta en la nieve. Ejemplo de como recibir a la muerte de manera conciente, dando la cara, con alegría, como el día 28 de cotubre cuando recibió un homenaje de su pueblo, conociendo lo poco que le quedaba de vida. Una muerte verdaderamente digna.
En un día como ayer, en 1980, también se fue mi padre, un ejemplo para mi como vivió y como se alejo.
No digo muerte, sino se fueron, porque están vivos en nosotros y en otra dimensión, el Reino de Dios.
RAMON SANCHEZ HEREDIA
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