Para quién no lo sepa, soy objetor de conciencia. Declarado cuando existía todavía el servicio militar obligatorio -mili-, que por cierto eliminó el Presidente José María Aznar (algo bueno realizó) y no el Presidente Felipe González. Fuí de los primeros, cuando todavía no se aplicaba ninguna prestación social sustituria siquiera. Mi motivación, como consta en el Ministerio de Justica, era por motivos morales -religiosas-, me parecía y me parece escandaloso la cuantía de los gastos militares, si estos se destinaran a gastos sociales y educacionales el mundo sería de otra manera, además no quería ni quiero aprender a matar a nadie ni siquiera a intentarlo.
Podeís entonces comprender mis razones para estar presente en las manifestaciones multitudinarias contra el envío, por España, de militares a la Guerra de Irak. Igualmente, comprenderéis la razón de mi participación en concentraciones contra igual envío pero a la Guerra Afganistan, claro esta que de miles de persona pasamos a unas pocas decenas. Sorprendente.
Si la Guerra de Irak es un desastre la de Afganistan no es otra cosa. Nos engañan y manipulan cuando nos venden cosas contrarias. Leyendo un periódico americano, en español, me enteré que proporcionalmente, al número de fuerzas y de población, estaban muriendo más seres humanos en Afganistan que en Irak, incluidos militares. Podrán argumentarse cuestiones jurídicas, legitimaciones y legalidad, para mí pura patraña, en el fondo están los intereses creados, el dinero y el poder. Nadie ha hecho nada por Darfu; nadie hizó nada contra el golpe de estado de los militares en Argelia y que provocó una guerra civil brutal, al mismo nivel que la originada en el antiguo territorio del Estado Yugoslavo; nadie ha hecho nada por que se cumpla la legalidad internacional en el Sahara, mientras Marrucos se reía; nadie ha intervenido en los genocidios de kurdos por los turcos aunque si condenaban si lo hacían el ejercito de Sadam Huseim; podría seguir con muchos ejemplos. Una gran hipocresía internacional. Si hay intereses se interviene sino no. Si Afganistan no fuera paso hacia la zona central de Asía, una de las grandes reservas de petroleo del mundo, no se habría invadido. Por cierto, cada día la situación es peor, la resistencia aumenta, están acostumbrados, resistieron al Ejercito Rojo de la URRS, las mujeres siguen con el burka, sino las matan como a una periodista de la televisión, prosiguen mandando los mismos señores tribales y de la guerra, total que igual de desastre. Creo firmemente que si lo gastado por occidente en bombas hubiera sido destinado ayudas al desarrollo, seguro que se hubiera acabado con todos los fánaticos talibanes, que estos crecen de la miseria y de las injusticias. Claro esta que eso no interesa, el negocio d ela guerra produce mucho beneficio para algunos.
La realidad en Irak, es peor, la situación es más lamentable que antes de empezar la ocupación. Hay más muertos que con el dictador y genocida Sadam Huseim, las mujeres han vuelto a perder los derechos (vestidos, secuestros, violaciones, etc.), la libertad religiosa (incluida en la enseñanza) se ha convertido en una guerra fraticida entre islámicos o el exterminió o exilio de los cristianos, un panorama desolador. Finalmente, el ejercito americano reconoce que hay, de hecho, una guerra civil.
Después de todo lo expuesto, comprendereis que para mi Aznar y Zapatero, no tienen mucha diferencia. Cuestiones de forma, uno paso de la gente, el otro la manipula; uno se hace foto con los proceres (cateto), el otro pone cara de místico pacificador; uno colaboraba con los americanos por ser su ideal, el otro, cuando se lo imponen; uno era un soberbio, el otro es un hipócrita, encantador de serpientes -como lo definió una senadora de izquierda en un debate-; uno es pasado, el otro es presente. Las dos caras de un misma moneda.
Como no-violento, me repatea que se utilicen las huelgas de hambres, por asesinos; que se llamen pacifistas los que van insultando en las manifestaciones; que griten el no a la guerra cuando conviene a un partido y no a todas las guerras; que se justifique en unos casos y no en otros el envio de tropas. Me "jarta" muchísimo ver como cambian, sin pudor, las posturas dependiendo de quién gobierne en Madrid, sobre todo tantos tertulianos que saben de todo lo divino y humano.
Mi grito segurá siendo el mismo y único, no a toda clase de violencia, sin distinción, no a toda las guerras.
RAMON SANCHEZ HEREDIA
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