09 agosto 2007

LA CHINA



Lo confieso, el Estado Chino no me cae muy simpático, que le vamos “aze”, será por eso de las películas de Fu Man Chu que ví de niño. Uno no es perfecto, me caen unos pueblos más simpáticos que otros, mi igualdad llega a los individuos del orbe pero no a los pueblos y estados.


Pero lo malo es que cada vez tengo más reparos con la China, y en el día de hoy uno más. Leía esta mañana como parece ser que han exterminado a la única especie de delfín de agua dulce del mundo, sin realizar el más mínimo esfuerzo por defenderla, por cuidarla. No creo que hubiera sido tan difícil, con lo que se están gastando en el rearme militar, haber fabricado un par de misiles menos y haber acotado un río, que tienen de todos los tamaños, y haber creado un hábitat para que pudieran vivir esos bellos mamíferos acuáticos.


Esta falta sensibilidad con los animales, explica la falta de sensibilidad con los propios seres humanos, centenares de ciudadanos secuestrados y esclavizados para trabajar, se publicó en la prensa en el mes pasado; curas y obispos católicos, desaparecen durante años y algunos no han vuelto nunca; una secta numerosa de nombre raro son metidos en la cárcel en masa; la pena de muerte se aplica sin reparos y no me fío del sistema judicial y policial que tienen; la prohibición de tener más de un niño por pareja; etc., como se ve un cúmulo de libertades y de bondades.


China durante mucho tiempo era comunista, eran malvados como Fu Man Chu, pero desde que se convirtieron al capitalismo, tienen Macdonals, beben Coca-Cola o Pepsi, y demás consumismo, pasaron a ser oficialmente buenos. Todo occidente esta loco por hacer negocios con ellos, olimpiada próxima en Pekín, Juan Carlos I los visita y le dan dos osos pandas, etc. Es lo que llamo el “falserio internacional”, pues siguen siendo las mismas estructuras de poder, los mismos chinos practicando lo mismo, pero ya son lo de los nuestros. No es caso único, Libia de ser la cuna del terrorismo internacional ha pasado a ser un país amigo, al que Francia ya le vende misiles, y no te extrañe que Zapatero pronto pistolas. Al final es la política internacional que definió el presidente de los Estados Unidos de América, Roosevelt, al hablar groseramente sobre el dictador Somoza “Es un hijo de puta, pero es nuestro hijo de puta”.


Para mí, todo no vale, y cuando mire mi acuario recordare los delfines de agua dulce, con la esperanza de que la sabía naturaleza, en un lugar recóndito, haya escondido a una familia de estos mamíferos para que un día vuelvan a repoblar sus hábitat. Recuerda la naturaleza no perdona nunca.


RAMON SANCHEZ HEREDIA

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