Los agapornis y periquitos son unas aves bonitas y graciosas, pero para mí lo más importantes es que son listas y aman la libertad.
Tengo la experiencia de ver como lo primero que hacen al entrar en una jaula nueva, una vez que se han tranquilizado, es buscar la manera de fugarse de ella, algunas veces increíblemente, por un comedero o por entremedio de las rejas si están algo abiertas.
Pero además tienen otras peculiaridades, son gregarios, les gustan, necesitan a los grupos, si uno de ellos se escapa de su jaula y cerca hay otra con otros pájaros, se situarán encima del mismo, e incluso como me ha pasado, han buscado la manera de entrar. Para alguien neófito en el conocimiento de ellos, hubiera sido algo de magia.
Si comparamos con los hombres en nuestra sociedad, donde cada vez se es más individualista, donde no se habla de bien común o intereses generales, donde los principios como la verdad, la libertad, los ideales, se suprimen a favor de las modas y de las cosas, esta claro que deberíamos unas aves de estas en nuestras casas y fijarnos en estos animales irracionales, aprenderíamos muchas cosas que se nos han olvidado, y todo ello, sin crear nuevas asignaturas.
RAMON SANCHEZ HEREDIA
Tengo la experiencia de ver como lo primero que hacen al entrar en una jaula nueva, una vez que se han tranquilizado, es buscar la manera de fugarse de ella, algunas veces increíblemente, por un comedero o por entremedio de las rejas si están algo abiertas.
Pero además tienen otras peculiaridades, son gregarios, les gustan, necesitan a los grupos, si uno de ellos se escapa de su jaula y cerca hay otra con otros pájaros, se situarán encima del mismo, e incluso como me ha pasado, han buscado la manera de entrar. Para alguien neófito en el conocimiento de ellos, hubiera sido algo de magia.
Si comparamos con los hombres en nuestra sociedad, donde cada vez se es más individualista, donde no se habla de bien común o intereses generales, donde los principios como la verdad, la libertad, los ideales, se suprimen a favor de las modas y de las cosas, esta claro que deberíamos unas aves de estas en nuestras casas y fijarnos en estos animales irracionales, aprenderíamos muchas cosas que se nos han olvidado, y todo ello, sin crear nuevas asignaturas.
RAMON SANCHEZ HEREDIA
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