El mes de agosto ha sido un mes negro en accidentes de tráfico. El número de víctimas, el número de afectados, el número de siniestro, es increible, pero más increible es la gran inutilidad de la Dirección General de Tráfico. Mucha campaña de imagen tétrica, muchas campañas de quitar puntos, mucho dar palos de ciego.
Medidas que se podrían tomar:
- Los coches de fabrica con limitador de velocidad al máximo legal, salvo véhículo con permiso especial. La manipulación del limitador suponga suspensión como mínimo de un año del permiso de ciculación.
- Considerar delito la conducción sin permiso de circulación o suspendido, con penas de prisión.
- Control de las zonas donde se producen siniestro para verificar el estado de las vías de circulación. Responsabilizando a la administraciones públicas competentes de la vía.
- Verificar los accidentes producidos por defectos de los automóviles.
- Determinar la obligación de conducción con alcohol cero e igual con cualquier droga.
Por último, es necesario mayor educación en nuestra sociedad, pues ese declive en valores y principios se observa cada día más en la conducción en nuestras carreteras y calles, poniendo o generando peligros innecesarios. Una buena campaña en positivo, continua, conseguiría más resultado que tantas imágenes de sangre, zapatos, hierros retorcidos y demás restos de siniestro, porque al final, el mecanismo humano es que a uno nunca le pasará.
Pongo el ejemplo de unas foto de un bache tremendo, si hay una moto o una bicicleta que se despista el siniestro es seguro, ¿cuantos zonas peligrosas existen?, en la televisión hemos visto un camión contra una casa y que no era el primero. El tráfico ha cambiado en número y en potencia y las vías se han quedado detrás. Hay que mejorar el factor humano, pero el material también, ¿porque nunca la culpa es de la fabricas o de las administraciones públicas?. Mientras que la Dirección General de Carreteras sea tan peliculera y tan poco profesional, poco podemos esperar, lo mejor, que dimitiera la cúpula de esta Dirección.
RAMON SANCHEZ HEREDIA