El día de ayer, veía la televisión por cable, una emisora llamada intereconomía, en la misma estaba parlando un señor que me resultaba conocido, pero no adivinaba a recordar su nombre. Se notaba que era economista, dado su verbo ducho en dicha materia, estaba dando una especie de conferencia magistral, supongo que, por el escenario, a un grupo selecto de nuestra sociedad, esos que manejan los hilos de todos.
La verdad es que me resultaba como un poco repugnante la charla, más bien monólogo, sólo hablaba de mercado y de la libertad del mismo, por más que escuchaba atentamente nunca hablaba del ser humano, nada sobre trabajadores o sobre ciudadanos, para él, estaba claro, que el hombre es secundario en nuestra sociedad, era un claro ejemplo de las concepciones del economiscismo neoliberal.
Ese neoliberalismo que deslocaliza empresas, que globaliza los movimientos financieros, las inversiones, que aumentan sin reparo ni proporción sus beneficios, pero que sin embargo olvida a los seres humanos, estos no importan. Son sólo fichas del gran tablero del desarrollo y de las grandiolucentes cifras macroeconómicas.
Al final, me enteré que no era un cualquiera, tenía un gran cargo, era un comisario de la Unión Europea, nada más y nada menos que era el señor Almunia, ex-Secretario General del PSOE, y numerosos cargos más de este partido.
Cambie de canal, intente buscar un canal diferente que me entretuviese, porque entre el PSOE y el PP, en lo económico pocas diferencias existen, unos defiende a unos grupos empresariales y el otro a otros, pero al fin al cabo defiende el mismo modelo económico con pocas desviaciones. ¿Qué diferencias existe entre Rato y Almunia?, que cada uno lo conteste. Eso si, uno se llama de izquierda, porque hay que diferenciarse, cuestión de imagen, y lo peor es que todavía hay muchos que se creen que lo es, que lo son.
RAMON SANCHEZ HEREDIA
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