EL CHORIZO DE RONDA

La pasada noche me he jamado un chorizo de Ronda asado, cosa que no realizaba desde hace años, aprovechaba la ocasión del regalo de una ristra de dichos elementos alimenticios, por un alma caritativa, traida expresamente de dicha población malagueña.

La verdad es que se nota la diferencia con los chorizos normales, esos de plastico, que generalmente nos muestran en los ultramarinos y grandes superficies. En mi recuerdo, están sabores de alimentos, como el chorizo, que eran diferentes, puede ser que años me estén mermando los sentidos, pero creo objetivamente, que no, los alimentos no saben igual. La manipulación que sufren por esta sociedad materialista es clara, "el Dios Mercado" manda, lo importante es ganar dinero. Podría explicar como mis amigos Ramón y Angel, ambos pasteleros retirados, me han comentado muchas vecs como la pastelería basura ha ido cerrando el paso a la artesanal, la buena, la sana, la de toda la vida. Muchos controles e inspecciones de sanidad, pero la verdad es que se propicia esos dulces tipo ladrillo, todos con colores llamativos, olores impresionantes, pero con sabores muy parecidos, por no decir identicos. No es raro, al fin al cabo nacen de un cubo donde se hechan polvos que vienen en sacos y que simplemente se baten, eso si, con mucho marchamo sanitario.

Recuerdo la campaña que tuvimos de que el aceite de oliva era malo, malísimo, para propiciar que se plantara y se vendiera el aceite de semilla, un aceite que no se consumía casi nada, pero claro el arbol pertenece a la tierra y las semillas certificadas pertenecen a una empresa multinacional. Esto pasa con todo, según datos de una mesa redonda sobre el Comercio Justo, el 85% de las semillas del mundo provienen de no más de 10 empresas. ¡¡¡ Un verdadero negocio¡¡¡. ¿Nos explican las manipulaciones genéticas?, por cierto, al final los mejores institutos de investigación del aceite de oliva están en California, Estados Unidos, ¿paradoja?.

Estos datos lo daba, un agricultor de Villamartín, de una cooperativa ecológica, con una gran sabiduría popular, que conocía el campo de verdad. Nos explicó como el agrónomo romano Columela, decía que por aquí teníamos unos setescientos vegetales, sin embargo ¿cuantos encontramos en cualquier mercado?, estamos perdiendo la diversidad de nuestra agricultura, antes había tipos autóctonos de plantas aclimatadas a cada zona, a su suelo, sus vientos, a sus climas, ahora todo es lo mismo, eso si cobran bien por el oligopolio de las semillas y plantones. Esto supone una perdida de nuestra identidad, de nuestra base patrimonial como pueblo, e incluso un peligro para la salud.

¿A dónde nos llevan por ganar dinero?, ¿cual es la razón del número de cánceres, por encima de la media, que hay en esta zona de la baja Andalucía?, la colonización cultural llega hasta la base, la comida, empiezan el lavado de cerebro de nuestros niños desde ahí, o acaso ¿no es mejor una albondiga con su salsa a la hamburguesa basura prefabricadab de una multinacional?, pero ahí están las grandes cadenas, que incluso tienen la poca vergüenza de hacer campaña publicitaria diciendo "COMIDA SANA".

Mi propuesta es simple, defendamos los productos de nuestra tierra, busquemos productos ecológicos, recordemos las viejas recetas de la cocina andaluza, con ello, defenderemos la identidad de nuestro pueblo y de paso defenderemos nuestra salud. Empecemos educando en ello a nuestros hijos.

RAMON SANCHEZ HEREDIA