Las piedras que se pueden admirar en esta foto, no hablan, una verdadera pena. Nos podrían cotillear las cosas que pasaban aquí en Cádiz desde hace dos mil años. Este teatro romano tenía la capacidad e importancia para el ocio y la cultura que hoy tiene un campo de fútbol, para el deporte, como el Santiago Bernabeu o el Nou Camp. Según me dijo un amigo arqueolólogo colocaban hasta gradas supletorias de madera, vamos que sin exagerar demasiado tenía más afición este teatro que el Estadio Ramón de Carranza.
Esas piedras, si hablaran, nos podrían contar como fue una noche alli un miembro de la familia Balbo con una meretriz, como un gran cantante de la época tuvo una de sus grandes noches de éxito en el verano gaditano, mientras el levante refrescaba el color de esa mañana y esa tarde, o como se conspiraba entre los nobles de la ciudad.
Nuestro mundo parece, cada día más, que no existió nada antes del móvil y el ordenador, estamos perdiendo nuestras identidades. Hoy no se quiere enseñar que todos somos consecuencia de nuestros antepasados, se nos quiere sustraer la historia, nuestra historia, o sea lo que somos. Negar que nuestra sociedad proviene de la cultura cristiana y helénica es dejarnos vacios a la sociedad occidental, negar que la Andalucía de hoy es consecuencia de los Tartessos, de los romanos, de los andalusies, de los castellanos, de los judios,........... es olvidar la memoria histórica.
¿La razón?, si un hombre, si un pueblo, desconoce su identidad será manipulable que es hoy lo que más interesa. Por ello, leamos nuestra historia, a todos los niveles, hablemos de ella, difundamosla es divertida, seamos nosotros mismos, seamos un pueblo con identidad, seamos lo que queramos ser nosotros no lo que nos programen.