02 junio 2008

PALABRAS

Nos cambían el léxico, eso es algo habitual, ¿para qué si al final todo sigue igual?. Nadie crea que es una mera cuestión de necios, nada más lejano de la realidad, más bien diría de inteligentes manipuladores que tratan de llevarnos a todos a sus cercados y apriscos, si utilizamos sus palabras aunque sea para criticarlos les estamos distinguiendo, les estamos promocionando, les ayudamos a que marquen el ritmo de nuestra sociedad.
Cambiar una palabra por otra, va produciéndo una transformación lenta pero continua hasta llegar a los contenidos, es una maniobra sibilina, pero real.
Pondré un ejemplo, podreis de esta manera juzgar mi afirmación. Antes se era de izquierdas, ahora se es progresista, al principio parecía un simple cambio de sinónimos, pero no lo es. Ser de izquierda suponía una concepción filosófica de la vida antiburguesa, mayoritariamente basada en el marxismo; el progresista sin embargo suele vivir como un burgués, sólo que cambia su forma de vestir y el largo de su pelo para diferenciarse, no ha leido nada de marxismo, eso si sus libros, periódicos, canciones y peliculas predilectos son la de autores oficialmente progresista, que a su vez siempre tienen subvenciones directas o indirectas. Otro ejemplo, igualmente se ha pasado de hablar de feminismo a políticas de género, de la igualdad de derechos a la discriminación positiva, de ir reduciendo el machismo a un rebrote del mismo bastante acusado, es mi opinión basada en lo que se ve en la práctica de los juzgados y en los medios de comunicación. Por último, para no aburrir, antes había ateos ahora laicistas, las primeros eran personas que por razónamiento científico o filosófico negaban la existencia de Dios, los segundos pasan simplemente de todo, unos creían en un sistema de valores, estos en que no haya nada que limite al hombre ni al consumo, los primeros eran antireligiosos los segundos le caen fatal los católicos pero muchos menos los islámicos, incluso se les propicia.
Yo me sigo considerando de izquierda, feminista y creyente cristiano que respeta a los que creen y a los que no. Soy andalucista y creo que nuestra sociedad esta en crisis económica y social, la desacelaración no existe salvo cuando conducismo.